Todos conocemos los esfuerzos que muchas madres emprendedoras hacen para que su emprendimiento progrese. Exprimir el día y ganar dos horas para el blog o las redes, es una constante. Y muchas veces, ese esfuerzo no se ve recompensado, al menos inmediatamente…
Si a ti te pasa, quizás sea el momento de evaluar si tu imagen está comunicando lo que quieres transmitir. Quizás, esta inspiradora frase de sabiduría oriental te de una pista…
«Una flor no piensa en competir con la flor que está a su lado, simplemente florece.»
Cuando una flor nace, no mira a quien parecerse, simplemente lo hace… existe tal y como es. En la naturaleza encontramos muchos ejemplos como éste… en la naturaleza todo es único.
Si nos sentimos parte de ella, quizás podamos trasladar esa autenticidad a nuestro trabajo y a la manera de comunicarlo. Observémosla. Muchos grandes genios de todos los tiempos, se han inspirado o basado en ella. Por algo será… ¿no lo crees?
Para comunicar bien un emprendimiento es necesario formarse y aprovechar las tecnologías que nos sean útiles. También es importante conocer a la competencia y aprender de ella.
Pero a la hora de buscar el concepto que nos identificará, creo que la búsqueda tiene que ser hacia adentro. Para saber cómo comenzar, sólo hacen falta dos preguntas: ¿Qué es lo que hace único a mi emprendimiento? ¿Lo estoy transmitiendo?
De eso habla esta bonita frase del Zen Shin, aplicable a los emprendimientos y a nosotros como personas. En los tiempos que vivimos, se tiende a desdibujar lo auténtico. Intentemos ser únicos, intentemos ser personas 🙂
Si te gustó la entrada, te invito a seguir mi blog. Suscríbete aquí 🙂